TRABAJO INFANTIL
Tienen entre siete y 17 años, y sufrían vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajaban en las plantaciones, según Human Rights Watch
La legislación de Estados Unidos prohíbe la venta de tabaco a los niños, pero el trabajo infantil en los campos de cultivo de tabaco es permitido. Según un reporte publicado por Human Rights Watch (HRW), compañías tabacaleras gigantes de todo el mundo compran el tabaco cultivado en granjas que dan trabajo a niños desde siete a 17 años. La organización denuncia que “no hay políticas sobre el trabajo infantil que protejan a los niños de trabajos peligrosos” y que “los niños que trabajan en las plantaciones de tabaco en los Estados Unidos están expuestos a la nicotina, los plaguicidas tóxicos y otros peligros”.
El informe documentó las pésimas condiciones de los niños que trabajan en las plantaciones de tabaco en cuatro estados, donde se cultiva el 90% de tabaco EEUU: Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia. El trabajo denunció: “los niños informaron vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajaban en las plantaciones de tabaco, todos los síntomas compatibles con una intoxicación aguda de nicotina”. Muchos niños declararon que trabajan largas horas sin pago de horas extras, a menudo en el calor extremo y sin sombra o pausas suficientes, y no llevaban si quiera protector.
«Cuando termina el año escolar, los niños se dirigen a los campos de tabaco, donde no pueden evitar la exposición a los peligros de la nicotina, sin fumar un solo cigarrillo», afirmó Margaret Wurth , investigadora de los derechos de los niños en Human Rights Watch y coautora del informe. «No es ninguna sorpresa que los niños expuestos a los venenos en los campos de tabaco se estén enfermando».
El informe se basó en 141 entrevistas con niños trabajadores entre siete y 17 años.
Según la organización de Derechos Humanos, los niños se enfrentan también a otros riesgos. Utilizar herramientas y maquinaria peligrosa, levantar cargas pesadas, y subir varios pisos sin protección para colgar tabaco en graneros. Los niños también revelaron que tractores rociaban pesticidas en campos linderos y que la fumigación caía sobre ellos, “haciéndolos vomitar, sentir mareos, tener dificultad para respirar y sentir ardor en los ojos”.
Muchos de los pesticidas utilizados en la producción de tabaco son neurotoxinas, venenos que alteran el sistema nervioso. Según el estudio, estos químicos pueden producir en el largo plazo “cáncer y problemas de aprendizaje”, especialmente en los niños que tienen su sistema nervioso en desarrollo.
Varios cientos de miles de niños trabajan en la agricultura EE.UU. cada año, pero no hay datos disponibles sobre el número exacto de trabajo en el cultivo de tabaco. La mayoría de los niños entrevistados por Human Rights Watch contaron que van a trabajar en las plantaciones de tabaco a los 11 años o 12 años, principalmente en el verano, para ayudar a mantener a sus familias. La mayoría son hijos de los inmigrantes hispanos que viven en comunidades donde se cultiva el tabaco. Casi todos van a escuelas de tiempo completo.
En las entrevistas, los niños contaron que se sienten enfermos mientras trabajan en los campos: «Quieres vomitar y bebes agua, porque te sientes sediento. Pero cuanto tomas el agua te sientes peor. Vomitas justo cuando estás cortando las plantas de tabaco”. Un niño de 12 años en Carolina del Norte describió el dolor de cabeza que sentía mientras trabajaba: «Fue horrible. Sentí como algo que intentaba comerme la cabeza”.
Según la organización, esto es una enfermedad que se produce cuando los trabajadores absorben la nicotina a través de la piel manipulando las plantas, en especial, cuando están mojadas. Los síntomas comunes incluyen náuseas, vómitos, dolores de cabeza y mareos. Aunque los efectos a largo plazo son inciertos, investigaciones sugieren que la exposición a la nicotina durante la adolescencia puede tener consecuencias para el desarrollo del cerebro.
Según la ley estadounidense, los niños que trabajan en la agricultura pueden trabajar muchas horas, a edades tempranas y en condiciones más peligrosas que los niños en cualquier otra industria. Niños de 12 años pueden ser contratados por horas ilimitadas fuera del horario escolar en una granja de cualquier tamaño, con permiso de los padres, y no hay una edad mínima para que los niños trabajen. A los 16 años, los niños agrícolas pueden hacer trabajos considerados peligrosos por el Departamento de Trabajo de EEUU. Los niños en todos los demás sectores deben tener 18 años para trabajar.
HRW concluye que «las compañías de tabaco deben sacar a los niños del trabajo peligroso en las plantaciones de tabaco y apoyar los esfuerzos para proporcionarles oportunidades educativas y profesionales alternativos».
La organización presentó estos datos frente a las grandes tabacaleras del mundo, entre ellas Grupo Altria (matriz de Philip Morris EE.UU.), British American Tobacco, China National Tobacco, Imperial Tobacco Group, Japan Tobacco Group, Lorillard, Philip Morris International y Reynolds American. Sin ser China National Tobacco, todas manifestaron su preocupación y que se tomarán medidas. Pero HRW considera que “las políticas que se proponen desde las empresas, o las que se llevan a cabo, no son adecuadas ni suficientes”.
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