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El negocio de acompañar


SALUD

Las empresas de servicios de acompañantes no visualizan como una amenaza el proyectado Sistema Nacional de Cuidados. Las firmas del sector han debido diversificar y anexar propuestas para enfrentar la competencia

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Luis, de 64 años, pasó unos 60 días internado en una de las mutualistas de la capital. Su familia decidió que en el horario de la noche representantes de una empresa lo acompañaran, un servicio al cual está afiliado con el pago de una cuota de $ 1.200 mensuales. Esta es una escena que se repite, hasta el extremo de que hay personas que pagan un servicio de compañía antes que uno de emergencia móvil. El temor a sobrellevar un problema de salud de manera solitaria y el actual estilo de vida son factores que han afianzado este tipo de negocio.

A esto se suma que Uruguay es un país de personas mayores. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 612.867 personas que tienen más de 65 años, lo que implica el 13,84% de la población total, de acuerdo los datos relevados en la publicación “Uruguay en cifras 2014”. Esa franja etaria es la mayor consumidora de estos servicios.
Las empresas del rubro son 39 en el país, según datos proporcionados por la Dirección General Impositiva (DGI). En 2014 facturaron más de US$ 85 millones

En líneas generales se puede comparar la contratación de acompañantes con un seguro de vida, ya que los beneficios que se van adquiriendo son graduales. En su mayoría ofrecen planes individuales y para la familia, y se contratan los servicios por horas entre 8, 12, 18 y 24 horas. En promedio los empleados de estas empresas (entre 4.000 y 5.000 en Montevideo) trabajan 25 jornadas de entre 8 y 12 horas diarias. El laudo que tienen pautado es de $ 54 por hora, casi el 50% menos de lo que gana por hora el servicio doméstico ($ 110 la hora).

En cuanto al proyecto de ley del Sistema Nacional Integrado de Cuidados, las empresas comprenden la preocupación del gobierno y anticipan que este plan generará un trabajo integrador y de complementariedad entre el Ministerio de Desarrollo Social –encargado de aplicar el sistema– y el sector privado. “Tenemos un fuerte compromiso social con nuestra actividad y nuestros clientes. Seguiremos en el camino del trabajo constante, de la mejora continua, de la innovación de servicios con responsabilidad, el desarrollo de servicios y productos que aporten calidad de vida”, detalló la gerenta general de Amec, Adriana Prous.

Por su parte, en Dedicar no consideran que esta ley sea para ellos una amenaza. “Se va a enfocar más en el cuidado de domicilio y el fuerte de las empresas de compañía es en el sanatorio, es un complemento, una oportunidad de crecimiento o de negocio para las empresas. El Estado no va a desaprovechar los 25 años que tenemos de experiencia”, declaró el gerente general, Gonzalo García.

Sanatorio y domicilio
Las empresas ofrecen como servicio acompañantes en sanatorio y domicilio por convalecencia (eso significa una persona que lo ayuda a la recuperación luego de una internación). Las franjas horarias van desde la hora 6 hasta las 22 y desde las 18 hasta las 10 de la mañana.

En las empresas consultadas para este informe hay consenso respecto a las tareas que un acompañante debe de realizar cuando se ocupa de una persona que no es autoválida. Deben responsabilizarse por la higiene personal, la movilidad, recreación y estimulación, además de diversos controles sanitarios y administración de medicación según instrucciones médicas. Toda la información del desarrollo del servicio del acompañante se registra en fichas personales para cada cliente, que quedan a disposición de la familia o responsables del paciente, así como para el equipo médico y enfermería.

No son tareas del acompañante realizar una limpieza profunda del lugar ni cocinar. El problema es que esto no está regularizado por el Estado y los empleados pasan mínimo ocho horas con los pacientes, por lo que muchas veces el límite entre las tareas que deben hacer y las que no es difuso.

Camino al andar
Las principales compañías del rubro tienen entre 10 y más de 20 años brindando este servicio.

Por ejemplo, Amec se fundó en 1992. “Contamos con un staff en el entorno de 400 acompañantes. A ello le debemos sumar administrativos, gerentes, promotores, telemarketers, choferes, personal de servicio y demás que llegan a unas 200 personas, sin tener en cuenta a profesionales y asesores. El número de personal aumenta gradualmente de acuerdo al ingreso de clientes y a la demanda del servicio en diferentes épocas del año o ante situaciones sanitarias puntuales”, informó la gerenta general de Amec, Adriana Prous.
El crecimiento de esa empresa ha sido sostenido, en 2014 lo hicieron a una tasa de 20% en número de clientes con respecto a 2013; apoyándose en la oferta de planes familiares y soluciones para empresas.

“Acompañar en Amec tiene como objetivo atender una necesidad social en instancias inesperadas por la persona y la familia, colaborando en todo momento con el equipo de salud, brindar apoyo, seguridad y atender las necesidades cotidianas de cada persona”, explicó Prous.

Otra de las empresas con mayor antigüedad es Alcance, que cuenta con una cartera de 350 empleados y celebró este mes su aniversario número 19. “Los acompañantes trabajan turnos de ocho horas;, existen horas extra en algunos casos. Existe un laudo y eso se fija con los consejos de salarios y cada empresa fija su propio jornal de valor hora. Ese laudo está en los $ 54 por hora. En definitiva eso es una base y nosotros pagamos 50% por encima de eso, más la nocturnidad, el presentismo, horas extras”, explicó el director de Alcance, Gabriel García.

En sus comienzos ofrecían el plan individual que era compañía en sanatorio, en domicilio y en domicilio por convalecencia. García recordó que se brinda al contratante un detalle de lo que el acompañante está autorizado a hacer en el sanatorio y en el domicilio. Las tareas que se incluyen son la higiene y el confort del convaleciente, y todo lo que tiene que ver con hacer sentir bien al paciente: “Tenerlo debidamente arreglado, hasta tener la cama en condiciones y también el cuidado de la higiene personal. Lo que sería la recreación y la movilidad dentro de lo que tenga permitido el paciente. Tienen que estar atentos a las necesidades del paciente”, explica.

Por su parte Dedicar –que al igual que las anteriores empresas integra la Cámara Uruguaya de Empresas de Servicios de Acompañantes–, está en el mercado hace 12 años. “En promedio tenemos más de 100 acompañantes, aunque fluctúa un poco dependiendo de la época del año. En invierno tenemos un índice de internaciones que sube y hay más personal. Es por jornal y son en total 25 al mes, nosotros por suerte tenemos un laudo más salto y en promedio son unos $ 22.900 nominales”, informó el gerente general de Dedicar, Gonzalo García.

Se caracterizan por contratar personal que es auxiliar de enfermería o estudiantes de enfermería avanzados.

http://www.elobservador.com.uy/noticia/306507/el-negocio-de-acompanar/

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Entre calorías y ejercicio


SALUD

Más allá de cuidar la dieta y hacer actividad física, la clave está en lograr un balance entre ambos para mejorar la figura y la salud.

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Aconsejan ingerir 1.500 calorías por día; en Uruguay se consumen unas 2.200.

Pensamos que caminar unos minutos por día es suficiente para estar en forma y nos enseñan que consumir unas 2.000 calorías cada 24 horas es lo estándar para una nutrición saludable. Pero, pese a esto, muchas veces engordamos o contraemos enfermedades que creemos que esos consejos podrían evitar. ¿Qué es lo que sucede? En realidad, la cuestión no es tan sencilla. La clave está en la relación entre lo que comemos y cuánto nos movemos. Dicho en las palabras del médico experto en nutrición John Duperly: en el balance energético.

El concepto parece relativamente sencillo, pero algunos detalles no lo hacen tan fácil de aplicar. «Nuestro organismo viene diseñado como motor para ingerir una cantidad de calorías que está regulada fundamentalmente por el cerebro, en particular el hipotálamo, y es el apetito, las ganas de comer, que hacen que yo ingiera alimentos en una cantidad determinada y con ciertas características», detalla Duperly.

Ese «programa energético» fue generado hace millones de años para un organismo que estaba preparado para cazar o realizar abundante trabajo físico y sí necesitaba gastar entre 2.000 y 3.000 calorías al día. En ese entonces, la acumulación de grasa servía para poder gastarla luego, cuando venían épocas de sequía o heladas y había escasez de alimentos.

Ahora es claro que el panorama cambió. Sin considerar a quienes son deportistas o campesinos, el resto no tiene por qué consumir las 2.000 calorías por día que se suelen indicar como dieta estándar, remarca Duperly, representante para América Latina del programa Ejercicio es Medicina del Colegio Americano de Medicina del Deporte. «Ese cálculo de 2.000 calorías en mi opinión le ha hecho mucho daño a Latinoamérica porque es importado de Estados Unidos, de una población de los años `60 y `70, con una estatura y una masa muscular mucho mayor a la de Latinoamérica». En Uruguay, según datos del Instituto Nacional de Estadística, se consume una media de 2.414 calorías diarias en Montevideo y 2.447 en el interior del país, y más de la mitad de la población (57%) presenta sobrepeso u obesidad.

¿Cuánto comer entonces? Para Duperly la respuesta es clara: unas 1.500 calorías. Pero con cuidar eso no alcanza; hay que incorporar además actividad física. Esto es fundamental porque, de lo contrario, el resultado no será el deseado. Es más, según el experto es este punto donde fallan la mayoría de las personas interesadas en mantenerse en línea. Empiezan bien, hacen un esfuerzo por comer poco y consumen, por ejemplo, 1.700 calorías. Practican ejercicio también, pero no el suficiente y gastan 1.600 calorías.

«O sea me sobran cien calorías diarias. Eso en diez días son mil calorías y en cien días son 10.000 calorías. Entonces, esos cien días, que son poco más de tres meses, me dan un kilo y medio de peso», dice Duperly. Y agrega: «Si lleva esos cálculos a la población general y los prolonga, no a cien días, sino a uno o dos años, ahí tiene una explicación de sobrepeso y obesidad en el mundo. Ese ese kilo encima multiplicado por cinco o diez años, lo que explica los diez o 15 kilos de exceso que tiene buena parte de la población».

«Una trampa».

La cuestión que surge, por lo tanto, es cuánto ejercicio es recomendable. En eso también Duperly es contundente: un mínimo de 150 minutos por semana (de lunes a viernes) y un ideal de una hora diaria (también cinco días por semana) de actividad combinada entre rutinas que impliquen fuerza y aeróbicas. Una aclaración: estos tiempos no valen si de caminar se trata. «Es una excelente alternativa, de baja intensidad y bajo riesgo, pero para que equivalga a estos números que mencionábamos debemos calcular el doble de tiempo», señala.

De todos modos, abandonar el sedentarismo es importante por razones que van mucho más allá del peso. Estudios científicos de los últimos 30 años demostraron que una persona que no sigue estas recomendaciones de ejercicio tiene el doble de chances de desarrollar diabetes e hipertensión arterial o de sufrir un infarto. Además, el cáncer de mama y colon se reduce 30% en quienes cumplen con las rutinas aeróbicas. El beneficio no es solo para el cuerpo: presentan menos alzhéimer, depresión, ansiedad y párkinson, los cuatro grandes problemas de salud mental. Incluso, hay investigaciones que comparan la eficacia antidepresiva del ejercicio con la de los medicamentos para combatir esa patología.

Según Duperly, la mayoría de la población no sigue estas buenas prácticas de actividad física. Gran parte de los adultos, después de que se establecen, confunden «cierto bienestar» con conductas que van en contra de su salud. Miran más televisión, usan más el auto. «Todo lo que tiene que ver con quietud, con poco gasto de energía y con más comida. Eso es lo que se vende y es a lo que aspira un ciudadano con buena situación económica. Entonces, es una trampa sin salida», resume. Eso implica, por ejemplo, elegir no ir a pie si puede costear un automóvil. Y los menos optan por destinar dinero a comprarse una bicicleta de excelente calidad, practicar montañismo o alguna otra opción saludable. Esa quietud es una agresión directa al cuerpo: aumenta las pulsaciones y favorece el pasaje de grasas y azúcares a la sangre, y la formación de coágulos sanguíneos. Las recomendaciones pueden parecer obvias, pero vale recordarlas: subir escaleras en vez de utilizar ascensor, aprovechar a caminar lo más que se pueda y pasar menos tiempo frente a las pantallas.

Estrategias para poder empezar

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos (18-64 años) realicen al menos 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada. En su web (http://johnduperly.com) el médico John Duperly brinda diez estrategias para llegar a realizar al menos esos 30 minutos al día: 1) despertarse temprano; 2) disminuir el tiempo sentado; 3) reemplazar el ómnibus o el auto por las piernas; 4) realizar ejercicio en el lugar de trabajo; 5) caminar y caminar; 6) considerar tener un perro; 7) tener un amigo activo; 8) cuidar el jardín; 9) bailar; 10) aprovechar la tecnología.

http://www.elpais.com.uy/domingo/calorias-ejercicio-nutricion-duperly.html

Nacen cinco hijos cada dos mujeres


PRESENTACIÓN DE ATLAS SOCIODEMOGRÁFICO

El promedio de nacimientos en Uruguay es de cinco hijos por cada dos mujeres, lo cual supera el umbral de reemplazo poblacional, según el atlas sociodemográfico presentado este miércoles en la Torre Ejecutiva. La investigación toma la fecundidad entre 1996 y 2011, la desigualdad social y las diferencias en el comportamiento reproductivo a lo largo del ciclo fértil de la mujer.

Ministro De Desarrollo Social, Economista Daniel Olesker

El fascículo 3 del Atlas sociodemográfico y de la desigualdad del Uruguay resume los principales resultados del procesamiento de los censos 2011.

El objetivo del estudio es generar y difundir conocimiento acerca de la situación demográfica y poblacional que prioriza el análisis territorial de las desigualdades generacional por género, por condición étnico racial, por lugar de residencia y de las limitaciones de las personas, entre otras.

Carmen Varela, coautora de la publicación que contiene siete capítulos, explicó los principales resultados arribados, los objetivos trazados, la estrategia metodológica utilizada, las tendencias recientes que se observan en el país y cómo evolucionó la fecundidad.

Asimismo, hizo hincapié en el comportamiento de las adolescentes, de las mujeres en la mitad del ciclo reproductivo (34 años) y de las que atraviesan el final de la etapa reproductiva (45 y 49 años).

El trabajo identifica los cambios y las continuidades en la fecundidad uruguaya entre 1996 y 2011, ante lo cual se puede concluir que la población uruguaya crece levemente pese al descenso de la fecundidad, superando el umbral necesario para el reemplazo poblacional. La condición de bienestar o privación social de los hogares en que viven las mujeres se correlaciona con el promedio de hijos que tienen.

Agrupando los distintos niveles educativos y de bienestar, la descendencia final de las mujeres puede situarse en promedio por debajo del reemplazo o con un hijo por encima de tal umbral. Por otra parte, la fecundidad de las adolescentes ha disminuido en el período de estudio, pero continúa siendo elevada en comparación a valores alcanzados a mitad de siglo XX y en comparación regional.

Se observa una resistencia a la baja a partir de la alta fecundidad de los estratos más desaventajados; las jóvenes con menos años de educación y las que viven en hogares con más carencias son madres en edades más tempranas.

Respecto de la incidencia de la educación, la especialista indicó que son madre una de cada 4 adolescentes con 6 años de enseñanza formal.

De igual modo, aclaró que no se debe asociar el embarazo adolescente solo a las mujeres menos educadas, porque también influyen otros factores.

Las mujeres menos educadas de 45 y 49 años llegan a tener más de 3 hijos y las más educadas de la misma edad, por el contrario, no alcanzan el nivel de reemplazo poblacional.

En este trabajo, sus creadores se plantearon cambios y permanencias; las mujeres efectivamente tienen hijos en todos los territorios y estratos sociales, culminan su vida reproductiva con un promedio final de cercano a los 2 hijos y medio (por encima del reemplazo).

“Es esperable que, en los próximos años, las mujeres continúen finalizando su etapa reproductiva con valores por encima del reemplazo”, adelantó Varela.

El trabajo presentado este miércoles contó con la colaboración del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales, del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración de la Universidad de la República, el Ministerio de Desarrollo Social, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la Comisión Sectorial de Población de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

También estuvieron presentes el subdirector de la OPP, Jerónimo Roca, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, y la directora del INE, Laura Nalbarte, y el secretario técnico de la comisión sectorial de población de Naciones Unidas, Juan José Calvo.

http://www.republica.com.uy

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