MEDICINA ALTERNATIVA
Se normatizarán los procesos de elaboración y de venta
Aunque algunos productos homeopáticos alegan en sus etiquetas que tienen el “aval” del Ministerio de Salud Pública (MSP), y presumen que otros no lo tienen, en realidad la autoridad sanitaria no realiza prácticamente ningún control sobre su calidad y su forma de elaboración.
De hecho, el MSP ahora reconoce que existe un “vacío legal” en torno a la medicina alternativa o legendaria, y anuncia que se están ultimando los detalles de una norma que tiene por fin regularla.
Actualmente, las distintas homeopatías que venden en Uruguay realizan un trámite administrativo para contar con la habilitación del MSP, en el cual se les requiere cierta información y el nombre de un director técnico encargado. Las habilitaciones duran un tiempo limitado pero se renuevan fácilmente. Marlene Sica, directora general de la Salud, admitió ayer a los medios de prensa que el MSP no va más allá de eso. Justamente, a lo que se apunta con la nueva normativa que se está elaborando, es a mejorar “el control, la regulación y la fiscalización”, según Sica.
Una parte de la normativa está “prácticamente terminada”. Es la que se concentra en los fitoterápicos, que son las fórmulas madre que sirven de base para la elaboración de la homeopatía. De acuerdo a lo que reveló la jerarca, la intención es “regular desde los lugares en que se dispensan (los productos) hasta quién y cómo los consigue”. La normativa estará pronta antes de que culmine este gobierno.
Las gotas GS
El disparador del interés del ministerio en este tema –y de Sica en particular– fue una denuncia sobre un caso de intoxicación hepática tras el consumo de las gotas GS, un producto que fue patentado en 1995 por el veterinario uruguayo Edelmar Siqueira. Se estima que unas 50 mil personas confían en las bondades curativas de estas gotas para tratar cáncer, diabetes, problemas circulatorios y otras patologías. Se podían conseguir en los locales de la Central Naturista Francesa.
Tras la denuncia, el MSP inició una investigación a raíz de la cual, aseguró Sica, surgieron más casos de “sospecha severa” de que las gotas de Siqueira estaban generando reacciones adversas. “Es muy difícil identificar una causa-efecto porque generalmente son pacientes vinculados a varios medicamentos o diferentes sustancias”, aclaró la jerarca. Además, indicó que al no tratarse de un medicamento no se puede descartar que haya sido una mala partida. Por el contrario, las GS tienen como materia prima una planta, por lo que es preciso analizar varias muestras y contemplar distintas variables.
Por su parte, el veterinario aseguró a El Observador que en los 25 años que lleva dedicado a la s GS no se le reportó ninguna consecuencia negativa, sino todos resultados positivos. De hecho consideró que lo del MSP era un “ataque” a él y a los usuarios de las gotas”.
En el curso de la investigación, el MSP halló que no había evidencia científica que justificara su consumo cuando, al mismo tiempo, “no hay suficientes garantías de inocuidad y carencia de efectos secundarios”. En setiembre prohibió la comercialización de las gotas hasta tanto no se reúna información que las avale. Desde entonces hay cientos de personas en vilo por su falta.
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