SIMPOSIO EN ESPAÑA
Existe la interrogante sobre si la nueva edición, la 23ª, del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) será la última en papel dado el éxito de su versión digital.
La nueva edición puede ser última en papel dado el éxito que tiene la versión digital.
Esta última recibe al año unos 500 millones de consultas, procedentes sobre todo de España, México, Argentina, Colombia, Perú y Estados Unidos. Para dar respuesta es que hoy comienza en España un simposio para debatir hasta qué punto las nuevas tecnologías han influido en las obras de referencia.
Filólogos y editores de varios países van a reflexionar durante tres días en la sede de la Real Academia Española sobre «el futuro de los diccionarios en la era digital», un simposio que comienza hoy y en el que se verá hasta qué punto las nuevas tecnologías han influido en las obras de referencia.
Este simposio clausura en España los actos del tercer centenario de la RAE y tiene lugar tres semanas después de que llegara a las librerías la nueva edición del «Diccionario de la lengua española», profundamente renovado con casi cinco mil artículos más que la anterior, de 2001, y cerca de 19.000 americanismos.
Muchos se preguntan si la nueva edición, la 23ª, será la última en papel dado el éxito que tiene la versión digital del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), que recibe al año unos 500 millones de consultas, procedentes en buena medida de España, México, Argentina, Colombia, Perú y Estados Unidos.
La Academia no suele contestar con claridad a esa pregunta porque el futuro de las ediciones en papel depende de muchos factores, pero sí sabe que debe aprovechar al máximo las ventajas de la era digital. De no hacerlo, el Diccionario «estaría condenado a la extinción», como afirmaba el secretario de la RAE, Darío Villanueva, en una reciente entrevista con Efe.
Se aproximan «grandes cambios», subrayaba el secretario. A partir de ahora, «el diccionario será digital y tendrá versiones en papel. Se hará desde un principio con una concepción digital y se aprovecharán todas las ventajas que esto proporciona», entre otras que «no hay limitación de espacio».
Del simposio que comienza mañana en la RAE podrían salir claves importantes para el diseño futuro del Diccionario académico, la obra de mayor repercusión de cuantas publica esta institución y que, al igual que sucede con la Gramática, la Ortografía o el «Diccionario panhispánico de dudas», ha sido preparada en estrecha colaboración con las demás Academias de la Lengua Española.
La primera jornada del simposio estará centrada en aspectos lexicográficos y lingüísticos con expertos como Ignacio Bosque, de la RAE; Jean Pruvost, de la Universidad francesa de Cergy-Pontoise; Ma. Paz Battaner, de la Pompeu Fabra de Barcelona, o Roberta Cella, de la Universidad italiana de Pisa.
Mañana, habrá ocasión de escuchar a editores de los principales diccionarios europeos, entre ellos a Laurent Catach, de Diccionnaries Le Robert (Francia); Michael Profitt, de Oxford English Dictionary (Reino Unido), y Ana Rosa Semprún, de Espasa, la editorial que publica el DRAE.
Mario Cannella, del diccionario italiano Zingarelli, y Kathrin Kunkel-Razum, del alemán Duden, intervienen también el segundo día del simposio, que ha sido organizado por los académicos españoles Pedro Álvarez de Miranda, director de la 23ª edición del DRAE; Ignacio Bosque, José Antonio Pascual, Guillermo Rojo y coordinado por Darío Villanueva.
El viernes será el turno de los representantes de Google, Microsoft, IBM y Telefónica, que debatirán sobre la «aplicación de las tecnologías digitales al mundo de los diccionarios», mientras que representantes de diferentes editoriales españolas expondrán sus puntos de vista sobre la «comercialización de los diccionarios en los nuevos soportes».
A punto de terminar su mandato, José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española concedió una entrevista a El País de España de la que se transcribe:
—¿Satisfecho con el Diccionario?
—Ha salido una edición digna. No podía ser menos después del tiempo que habíamos dedicado, casi 13 años. Siempre te queda pensar que a lo mejor se podría haber hecho alguna cosa más, no alguna cosa menos, pero realmente está bien.
—¿Será el último en papel?
—Esa es una pregunta que nos hacemos todos. Tengo un vecino que le ha comprado un Diccionario a cada hijo porque cree que será el último en papel. Si decimos esto, creo que venderemos más, pero no lo sé. Es muy difícil hacer predicciones. Es la miseria del historicismo; solo pueden mirar hacia atrás, no hacia adelante. Yo no creo que sea el último.
«Si algo no está (en el diccionario), pero lo utilizan García Márquez y Vargas Llosa, úsenlo sin miedo», dijo en entrevista José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española. Él admite que existe cierta confusión sobre la función del Diccionario. »
No es una película ni una foto de la realidad; es simplemente un modelo que construye un lingüista para dar cuenta de los hechos léxicos más relevantes, pero no de todos. Por ejemplo, las que están bien construidas no tienen que estar, como los adverbios en -mente; el hablante los construye y entiende perfectamente. El Diccionario es un modelo; por eso lo que no está se puede utilizar con toda tranquilidad».
http://www.elpais.com.uy/vida-actual/expertos-debaten-futuro-diccionario-digital.html