Río Branco, la ciudad rebelde de Cerro Largo que cumple la ley

SEGURIDAD VIAL

En un departamento donde no se fiscaliza el uso de casco, Río Branco no tiene fallecidos hace tres años

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La ciudad de Río Branco, a 90 kilómetros de Melo, es propietaria de un récord (aunque su alcalde, Robert Pereyra, prefiera otra palabra): no se ha registrado ningún lesionado grave ni fallecido por siniestros de tránsito durante tres años consecutivos.

En laguna Merín, el balneario que atrae a miles de personas por día en verano, solo hubo una colisión pero sin lesionados en los últimos nueve meses. “No le quiero poner esa palabra; pero es todo un valor”, dijo a El Observador. ¿El secreto?: “No transamos la ley”.

En realidad, son tres leyes que se cumplen a rajatabla: las dos de tránsito (Nº 18.191 y Nº 19.061) y la ley de Faltas (Nº 19.120). La estrategia no es represiva, sino preventiva, pero no se duda en multar al infractor.

Por ejemplo, se instalan cuatro puestos de observación en los 21 kilómetros que separan Río Branco de laguna Merín; cuando se detecta un conductor que adelanta innecesariamente o con exceso de velocidad, el puesto siguiente lo retira de la circulación. El inspector “dialoga” con el conductor para “concientizar”, según precisó el subcomisario Richard De Brum, coordinador departamental de seguridad vial. Si se le detecta alcohol, se deja constancia de la infracción. “Esa actitud ya disuade a todos los conductores al observar que uno ya fue sacado de circulación. Los demás reaccionan y se normaliza perfectamente el tránsito”, explicó.

Comparaciones

El Municipio de Río Branco tiene unas  25 mil personas, 8.000 motos y 5.000 autómoviles en un área de 912 kilómetros cuadrados. Con todo, se ha convertido en la paradoja del departamento más infractor. En Melo −la capital de Cerro Largo− solo el 3% de los conductores usa el cinturón de seguridad, cuando en la mayoría de los departamentos se supera el 70%; y, además, solo 5,6% usa el casco, cuando 12 departamentos están por encima del 85% del cumplimiento, según datos de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev). Pero Pereyra se da el lujo de comparar estadísticas. “Acá el casco es lo de menos. Cada 10 motociclistas, usted va a encontrar a ocho que van con casco (…) Si todos actuáramos de esta forma y si todos tuviéramos conciencia, si pudiéramos sacar eso de politiquería barata, esto se puede corregir”, expresó (ver En Línea).

La “politiquería barata” es referencia directa a la decisión del intendente Sergio Botana de no controlar el uso del casco por una promesa electoral; aunque sí se fiscaliza el exceso de velocidad. A principios de este año, Botana dijo al diario El País que “los inspectores no andan multando porque sí” y que “los únicos lugares” que registraron accidentes fueron las rutas nacionales. “El año pasado (por 2013) hubo dos accidentes mortales en todo el año”, añadió.

No obstante, los datos que proporcionó la Unasev a El Observador dicen otra cosa: Cerro Largo tuvo 19 muertos durante 2013; 10 de estos en rutas nacionales. Del total, 12 fallecidos circulaban en moto. En 2012 se habían registrado 17 muertes en el departamento. Trece eran motociclistas. No obstante, parece que este año ha dado una tregua. En el primer semestre de 2014 solo se han registrado cinco fallecimientos: dos peatones, dos motociclistas (uno por una colisión contra otra moto) y un automovilista; solo uno de estos casos ocurrió en rutas nacionales.

Mientras que en Río Branco el alcalde recordó que “ninguna familia ha pasado por un mal momento”.

“Si la ley es clara, ¿qué otra interpretación va a hacer un jerarca? ¿Por qué hacer una cosa que no dice? (…) La gente (de Río Branco) ha sabido interpretar: usa el casco, anda con el cinto de seguridad, anda con las luces encendidas. La gente cumple porque sabe que se preserva la vida de ellos y de otros”, señaló Pereyra a El Observador.

Prevención y fiscalización

En el Municipio de Río Branco trabajan 12 inspectores de tránsito; antes de 2010 −año de asunción de Pereyra− eran menos. “El cuerpo inspectivo no era firme como debía ser”, subrayó. A partir de esa fecha se sumó personal y se comenzó a coordinar con Policía Caminera y el Ministerio del Interior. El alcalde lamentó que, por ser año electoral, no podrá contratar más funcionarios. También se trabaja con las academias de choferes y centros educativos. “Inculcamos a los maestros que le adviertan a los padres que no viajen con más de un pasajero en sus motos”, indicó.

El operativo de control por la Noche de la Nostalgia se inició el viernes 22, dos noches antes. Lazona solo cuenta con tres espirómetros y un kit de control de cannabis. Varias alcoholemias arrojaron un resultado positivo pero, de acuerdo con De Brum, con valores no muy despegados del límite máximo permitido por la normativa (0,3 gramos de alcohol por litro de sangre).

Picadas, ruidos molestos y otras irregularidades

“No quiere decir que no tengamos el problema de las famosas picaditas”, dijo Robert Pereyra al ser consultado sobre las infracciones más comunes en una tierra en que la mayoría obedece con el casco y el cinturón de seguridad en un contexto departamental de desobediencia. Otras faltas frecuentes son no portar el permiso de conducir y provocar ruidos molestos con el caño de escape libre. En la actualidad, el Municipio de Río Branco tiene retenidas 500 motos por distintas irregularidades, cuyos propietarios no retiran, ya que la multa es más abultada que el precio de una nueva. “Es un problema gravísimo que estamos teniendo y no sabemos cuál es la salida”, afirmó. En este sentido, Pereyra indicó que ciertos valores de multas (acordados a nivel nacional entre las intendencias) son demasiado caros y no contribuyen a que la infracción no se repita.

http://www.elobservador.com.uy/noticia/287280/la-rareza-de-cerro-largo/

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