Las nuevas terapias que buscan recuperar la audición

Salud

Se trata de la discapacidad sensorial más frecuente que existe: la pérdida de audición. Considera desde la sordera profunda hasta la pérdida progresiva que se va produciendo con el paso de los años.

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SEBASTIÁN URBINAEL MERCURIO/GDAmar may 13 2014

Y como la vida humana se ha extendido notablemente, la cantidad de personas con algún grado de sordera ha ido en aumento.

Hoy se estima que 300 millones de individuos en el mundo están afectados por esta condición. Esta se ve favorecida por ambientes ruidosos, que actúan como verdaderos tóxicos para el oído. Para hacer frente a esta realidad, los científicos están investigando varias estrategias que buscan restablecer la audición, tanto en niños como en adultos. Una revisión de estos tratamientos se publica en la última edición de la revista Science.

Órgano complejo.

Una característica del oído es su alta complejidad, con partes muy ocultas y protegidas, que son difíciles de alcanzar por una terapia. Este es el caso del oído interno, en el cual se inician las vías nerviosas de la audición, las que se pueden dañar por infecciones, medicamentos, quimioterapia o exposición exagerada al ruido.

Tomás Labatut, otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes, afirma que la medicina ha avanzado mucho en el tratamiento de la sordera, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías.

Según dice, hoy existen terapias para las enfermedades de las distintas partes del oído.

«El oído interno, que era lo más complicado, en caso de daño hoy tiene el implante coclear, que estimula directamente el nervio auditivo, permitiendo a la persona escuchar casi con normalidad», explica Labatut, quien tiene la subespecialidad de otología y enfermedades del oído.

Pero incluso, cuando ni siquiera existe este nervio, ahora hay un implante que se llama de «tronco cerebral», que va directo al núcleo de la audición en el sistema nervioso. «Aunque sus resultados son inferiores al del implante coclear, siguen siendo buenos», afirma.

Genética.

Katherine Walker Jara, otorrinolaringóloga, destaca las nuevas estrategias que se están probando.

«Por ejemplo, está la terapia génica, en que se usa un virus como vehículo que transporta un gen, el cual permite arreglar células que están defectuosas en el oído interno», dice esta especialista.

Estos tratamientos genéticos se ven promisorios, e incluso la FDA dio luz verde este año para que se prueben en humanos.

Labatut considera que uno de los avances que estarían más próximos a aplicarse en pacientes es «el implante coclear recubierto con células madre o con algunas moléculas, para que este dispositivo funcione mejor. Algo parecido al stent (dispositivo) recubierto con fármacos que se coloca en las arterias del corazón». Esta combinación permite que la persona que usa el implante pueda identificar mejor los distintos sonidos que percibe.

Otra alternativa es la de usar células madre, según explica Walker. Los estudios in vitro demuestran que estas células se pueden transformar en las llamadas `células ciliadas`, que son las que captan el sonido y lo transmiten por el nervio auditivo hacia el sistema nervioso. «En todo caso, falta mucho para regenerar el órgano de la audición completo», advierte la especialista.

Labatut llama la atención de que después de usar estas tecnologías, lo más importante son los tratamientos posteriores para sacarles el máximo beneficio. «Son los equipos multidisciplinarios integrados por médicos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y psicólogos quienes deben trabajar con estos pacientes para lograr un resultado óptimo», concluye.

Se estima que unas 300 millones de personas en el mundo son sordas o tienen problemas de audición; y la cifra crece favorecida por los ambientes ruidosos que son verdaderamente tóxicos para el oído. Los científicos buscan soluciones y ahora investigan varias estrategias para restablecer la audición, tanto en niños como en adultos. Según los especialistas, entre las más prometedoras estan las terapias moleculares, las genéticas y de células madre. Una de las más próximas a aplicarse en pacientes es el implante coclear.

El bebé que recibió un implante coclear

Facundo tenía apenas 48 horas de vida cuando le diagnosticaron meningitis por neumococo. Se recuperó, pero como secuela, quedó con sordo de ambos oídos. La única chance que tenía para volver a escuchar era un implante coclear bilateral simultáneo, una operación no recomendada para bebés de menos de un año de edad. Médicos y padres pidieron una autorización especial para la intervención y, gracias a ello, Facundo volvió a oír y se transformó, a los seis meses, en el niño más pequeño en recibir un implante de esas características en Latinoamérica. Su mamá, Noelia Chávez, comparte la felicidad por la recuperación de su hijo con Tiempo Argentino. «Facundo está excelente. Ahora, el trabajo que hay que hacer es de estimulación, para que pueda hablar y escuchar en tiempo y forma, quizás con un retraso mínimo, o quizá ni se note», explica la mamá de Facundo.

http://www.elpais.com.uy/

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