SALUD
Cuesta $ 1.000 pero es la única forma de prevención
Devastadora y fulminante. Así definen los médicos en Uruguay y en el mundo a la meningitis por meningococo. Cuando las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal (meninges) se inflaman a causa de esta bacteria –puede suceder por la acción de otras bacterias o virus menos agresivos–, y la persona no es bien tratada o tratada a tiempo, el desenlace es fatal en el 50% de los casos.
También muere cerca del 10% de los que reciben el tratamiento. A su vez, hasta el 20% queda con secuelas graves porque la infección puede extenderse por el resto del organismo y causar una septicemia. Eso puede provocar desde necrosis de miembros (lo que lleva a amputar) hasta daños neurológicos, como retardo de aprendizaje o dificultad en el habla.
La única forma de prevenir la meningitis es vacunarse. Por eso, en ocasión del Día Mundial Contra la Meningitis, que se conmemoró el jueves 24, la organización no gumernamental estadounidense America’s Health Foundation realizó una campaña mundial a favor de la vacunación.
En Uruguay no es obligatorio ni gratuito vacunarse porque si bien se trata de un fármaco seguro (en el mundo tiene nueve años de experiencia y en Uruguay dos), de los cinco serotipos más frecuentes abarca cuatro (A, C, Y y W), y no el predominante (B). María Laura Fernández, del laboratorio Sanofi Pasteur (uno de los que ofrece la vacuna), informó que el serotipo B es responsable del 70% de los casos en Uruguay.
Quienes defienden la vacuna contra la meningitis son conscientes de que si el Ministerio de Salud Pública no la ha hecho accesible a la población es justamente porque no resulta eficiente teniendo en cuenta esto y la relativa baja frecuencia de la enfermedad.
Pero para el médico general especialista en meningitis, Carlos Baroffio, tener una herramienta de prevención y no utilizarla es “manifestación de falta de cultura”. La vacuna “genera una respuesta inmunológica rápida” y si bien no previene todos los casos, sí “atenúa las complicaciones”.
Por lo tanto, Baroffio recomienda la vacuna a todos aquellos que puedan pagarla, pero sobre todo a las personas que tienen más riesgo de contraer la enfermedad: niños, adolescentes, viajantes, personas con enfermedades crónicas e inmunodeprimidos. La vacuna se puede aplicar entre los nueve meses y los 55 años de edad. Según supo El Observador, el fármaco cuesta entre $ 1.000 y $ 1.200.
Baja frecuencia, pero en aumento
La buena noticia es que se trata de una enfermedad poco frecuente. En Uruguay se cuentan entre dos y tres casos cada 100.000 habitantes, lo cual representa unos 50 casos por año. En Brasil, por ejemplo, la cifra asciende a ocho casos cada 100.000 personas.
De todas formas, la incidencia de la meningitis viene en relativo aumento. Según el último informe regional de la Organización Panamericana de la Salud, en 2012 Uruguay registró más casos de meningitis en niños menores de cinco años que en años anteriores.
Los más pequeños son, de entre los sectores más vulnerables, los que tienen tasas de mortalidad más altas. En tanto, el informe reveló que la enfermedad es más frecuente en hombres que en mujeres.
Por qué es tan difícil diagnosticarla
La meningitis es difícil de diagnosticar principalmente por lo rápido de su evolución y desenlace. Los primeros síntomas son inespecíficos, similares a los de un resfrío, pero la persona puede fallecer en menos de 24 horas de la aparición del primer signo.
A su vez, una gripe que evoluciona mal puede desembocar en una meningitis. La bacteria encuentra terreno fértil en las personas con las defensas bajas.
Por eso los médicos recomiendan una primera consulta oportuna. Según el médico Carlos Baroffio, la mayoría de las veces no será nada trascendente, pero la consulta temprana permitirá al médico tener un punto de comparación para medir la evolución del paciente.
Los síntomas más claros de la meningitis son: rigidez en la nuca, petequias (manchas rojas) en el cuerpo, dolor de cabeza fuerte e intolerancia a la luz o a los sonidos fuertes.
Advertencia por el Mundial de Brasil
Este es “un año especial” para la salud, consideró el médico Carlos Baroffio. No solo para la meningitis, para la cual el riesgo de brote “existe”. El movimiento de turistas de todas partes del mundo en la región es un potencial factor de contagio de enfermedades transmisibles. La Organización Panamericana de la Salud optó por hacer foco en esto durante esta Semana de Vacunación de las Américas, y llamó a quienes vayan a asistir al Mundial a vacunarse contra el sarampión y la rubéola. Son dos enfermedades que ya no son endémicas en la región, pero que aún existen en otras partes del mundo.