Altos niveles de satisfacción ante la atención médica

 ENCUESTA

Al SMU le preocupa que “solo el 40%” de la población tenga un médico personal

Su médico personal, ¿demostró respeto por lo que usted tenía para decir? ¿Lo escuchó con atención? ¿Le explicó las cosas de una manera fácil de entender? ¿Pasó suficiente tiempo con usted? Más del 90% de los uruguayos encuestados por Equipos Mori a fines de 2013 respondió que sí: que “siempre” o “la mayoría de las veces” había sucedido. La pregunta refería a las consultas de los últimos 12 meses.

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Es más: en una escala del 1 al 10, el 35% calificó a su médico con el puntaje más alto, equivalente a “el mejor médico personal posible”. Solo el 6% consideró que su médico (“aquel a quien usted va si necesita un chequeo, quiere pedir consejo sobre un problema de salud, está enfermo o lastimado”, según definió el equipo encuestador) merecía un puntaje de 5 o menos.

El Observador accedió a los resultados de esta encuesta, que fue encargada por los organizadores de la 9ª Convención Médica Nacional, y que en términos generales revela que los uruguayos están conformes con el servicio de salud que reciben. Les satisface en mayor medida la atención que les brinda su médico personal (40% dijo tener uno), pero también valoran positivamente la atención que reciben de otros médicos, la de los especialistas y la de la institución a la que pertenecen (ver infografía en página 3).

Hay otros datos reveladores en ese sentido: el 73% de los encuestados afirmó que nunca pensó en cambiar de institución, y 60% la recomendaría a un amigo o familiar siempre o la mayoría de las veces.

Cuando quisieron obtener atención de emergencia, casi
70% de los encuestados la obtuvo siempre o casi siempre. Cuando quisieron consultar a un especialista, casi 60% lo logró en el tiempo que estimaban prudente. A su vez, dos de cada tres de los que precisaron atención sin urgencia accedieron a la misma tan pronto como creían que lo necesitaban.

La lectura del SMU
Julio Trostchansky, presidente del Sindicato Médico (SMU), dijo a El Observador que, a su juicio, la encuesta demuestra que los usuarios están satisfechos con el ejercicio profesional del médico (“eso nos deja tranquilos”, reconoció), pero también evidencia cierta “dificultad en el acceso” a las consultas.

Un ejemplo es que, según su lectura de los datos, “solo una tercera parte” de los encuestados afirmó haber logrado siempre un acceso fácil a la consulta con un especialista. Si se incluye a aquellos que dicen haberlo logrado “la mayoría de las veces”, la proporción se duplica. Sin embargo, Trostchansky aseguró que cuando se trata de calidad asistencial, más allá de la “lectura rápida de las cifras”, lo que hay que mirar son los valores máximos. Esos son los verdaderos índices de que el proceso asistencial está ocurriendo con “niveles adecuados” de calidad.

A la dirigencia del SMU le preocupa que “solo el 40%” de la población tenga un médico personal. “Es un porcentaje bajo –afirmó Trostchansky–, más teniendo en cuenta que está definida como una de las metas asistenciales del sistema”. Apuntó que en Estados Unidos el porcentaje es prácticamente el doble.

“El médico personal es un indicador de acceso y también de calidad y el 60% no lo tiene. No tiene referencia médica ni la posibilidad de continuidad asistencial, es decir que alguien lo vea durante todo el proceso”, señaló el dirigente sindical.

A Trostchansky también le parece relevante que casi el 70% de los encuestados haya admitido que nunca recibió información sobre el desempeño de la institución a la que pertenece, sobre todo porque la mayoría de ellos considera importante acceder a esa información. A él le consta que ningún centro de salud envía reportes a sus afiliados, como sí lo hacen empresas de otros rubros. “La transparencia de información agrega valor al proceso asistencial”, comentó.

En tanto, dijo que los insumos de esta encuesta y otros materiales que están preparando los colectivos médicos “revelan los caminos en los que hay más sendero para transitar, y aquellas líneas de trabajo que hay que enfatizar”.

ASSE tiene los peores valores
Según los resultados de esta encuesta, la percepción de los usuarios de ASSE sobre la institución no es tan buena como habían concluido antes otros estudios encargados por el gobierno.

Quienes se atienden en el prestador de salud estatal son los más disconformes de todo el sistema: solo el 32% puntúa  el servicio con los valores máximos, mientras en las mutualistas esta cifra es 37%, en los hospitales Militar y Policial es 53% y en los seguros privados asciende a 58%.

El 46% se atiende en ASSE “porque no hay otra opción”;  el
28% porque “la atención es buena”. Los usuarios de los hospitales públicos son los que más han pensado en cambiarse en todo el sistema, pero siguen siendo mayoría (71%) los que jamás consideraron esa opción.

Los de ASSE son, también, los usuarios que menos recomendarían la institución a sus allegados. Solo el 35% lo haría, frente al 44% constatado en las mutualistas y el 84% en los seguros privados.

A su vez, tienen menos ambiciones (solo 13% quiso conocer información sobre el desempeño de la institución, frente al 30% general) y han necesitado menos los servicios médicos (solo 30% quiso una cita con un especialista en el último año, mientras en las otras instituciones la demanda superó el 50% de los usuarios).

Más jóvenes, más críticos
En casi todos los indicadores medidos resulta que quienes más usan los servicios, así como quienes más los valoran, son mujeres montevideanas, mayores de 65 años, que pertenecen a niveles socioeconómicos altos y que se atienden en seguros privados.

En contraposición, son los jóvenes de entre 18 y 29 años los más críticos con el sistema, independientemente de dónde se atiendan. Son los que peor califican la atención médica general (solo 29% puntúa con los máximos valores, frente al 46% del promedio). A su vez, son la franja etaria con menor vínculo con un médico personal, y cuando lo tienen son quienes menos lo valoran (52% lo califica con puntajes máximos, ante el 65% que sí lo hace en promedio).

El 2014, año de debate entre médicos

Este año se celebra, después de 10 años, una nueva Convención Médica Nacional. Es la novena edición de un ciclo de debates y discusiones entre médicos, que tienen como fin llegar a documentos consensuados sobre los temas que preocupan y atañen al colectivo. Este año el foco está puesto en la calidad. “Uruguay necesita medicina de calidad. Discutámoslo”, es el lema elegido. Se formaron cuatro grupos de trabajo: uno abordará “la mejora del modelo de la práctica en la atención médica”; otro se concentrará en la “incorporación de nuevas estrategias a nivel de formación de recursos humanos”; un tercer grupo discutirá sobre “la mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales de la salud en pos de una mejor calidad de atención”; el cuarto grupo se denominó “elaborar y reportar de forma transparente el desempeño y los resultados de la atención médica, así como dar mayor participación al usuario”. La discusión general de estos temas se hará a principios de junio.

http://www.elobservador.com.uy

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