BARRIO SUR
Su caída provocaría daños estructurales varias cuadras a la redonda
La Agencia Nacional de Vivienda (ANV) prevé el derrumbe del CH 20 para después de marzo ante el riesgo inminente de colapso. Se quiere terminar el desalojo antes del 31 de marzo de 2014. Sea por golpes, o por dinamita, los hermanos Pérez Noble sostuvieron que no será fácil tirarlo abajo por su composición 100% de hormigón armado y que, en caso de hacerlo, existe el riesgo de ocasionar fallas en estructuras vecinas varias cuadras a la redonda. “Estoy esperando el bochorno del día que lo quieran tirar”, dijo Homero Pérez Noble.
El armazón de hormigón encastrado y sin elementos estructurales de mampostería o de materiales blandos hará que se caiga “entero como un bloque” y, de esta forma, lo hará para un costado. “Cuando eso tiemble, va a ser un horror”, señaló. Las torres revestidas de ladrillos cercanas al CH 20 serán las primeras en perder elementos de la fachada.
Los técnicos explicaron a El Observador que las vibraciones del suelo se desplazarán por el barrio por un tiempo indeterminado a través de las rocas de granito y cuarzo que dominan todo el subsuelo. Las mismas fueron utilizadas como sobrecimentación del edificio.
Para conseguir ese soporte extra, Homero Pérez Noble (padre) y Leonel Viera no proyectaron pilares comunes sino “brazos” largos de hormigón. La arquitecta Norma Pérez Noble remitió a la ANV un informe en el que le exhorta que se evalúe los riesgos de la demolición.
Según explicaron autoridades de la ANV a El Observador, muchos apartamentos no están en condiciones para ser habitados por riesgo eléctrico y hacinamiento. Todas las unidades presentan humedades por azotea, por junta de paneles, por ductos o por pérdidas de otras viviendas.