Retener y soltar van de la mano, y son la clave de tu aprendizaje.
Por Ps. Carolina Autino
No solo retenemos líquidos, dinero, papeles, facturas, cosas que no usamos… también retenemos relaciones y situaciones que obstaculizan nuestro camino.
Cuesta soltar, cuesta delegar, cuesta dar un paso al costado cuando algo ya no funciona.
¿Cuándo hay que soltar?
– Cuando algo no te hace feliz.
– Cuando te sentís sola pero estás en pareja.
– Cuando la persona que tenés a tu lado no es la persona que querés.
– Cuando tus amistades te dan más angustias que momentos felices.
– Cuando mantenés vínculos nocivos que no te reconfortan.
– Cuando no tenés tiempo para vos.
– Cuando realizás una actividad por costumbre, y te trae más problemas que satisfacciones.
– Cuando dejás de ser auténtica.
– Cuando dejás de reconocerte a vos misma.
Soltar, soltar y soltar. Esa es la clave.
Soltar manos, juicios, críticas, autoexigencias, ataduras, obstáculos, relaciones insanas… soltar para atarte a lo que verdaderamente querés. Esa es la clave, en la teoría y en la práctica. Que no quede en meras palabras depende sólo de vos.
Esto es posible solo cuando tu objetivo es crecer, conocerte y avanzar. En este camino se pierden muchas cosas, para ganar otras.
¿Por qué? Porque estás eligiendo, porque estás seleccionando y quedándote con lo que verdaderamente querés y te hace feliz.
Reconocer que merecés ser feliz es un primer gran paso. Tu vida está plagada de decisiones, de elecciones y de opciones. ¡Trazá tu propio camino!
Cada pérdida, cada cosa o persona que sale de tu vida provoca cambios, y crecimientos.
Seguí avanzando y confiá que lo realmente bueno no es lo que te ata, es lo que te acompaña, es aquello que va a tu lado.
¿Qué o a quién vas a soltar hoy?
Por Ps. Carolina Autino
Licenciada en Psicología
lic.carolina.autino@gmail.com