Archive for 26 de enero de 2013

“Que mi hijo busque otro camino y yo tratar de jubilarme”


NACIONAL – TEMPORAL

La granja de un productor de Progreso fue arrasada por el granizo. Mirá su historia

«Nos quedamos sin nada», señaló un productor de 75 años a quien el fuerte granizo que cayó en la ciudad de Progreso, en Canelones, afectó su producción de manzanas en su finca de 18 hectáreas.

«Toda la vida en la granja, con muy pocas ganas de seguir. Ya no se puede seguir en esto. Con el clima ha cambiado todo, que mi hijo busque otro camino y yo tratar de jubilarme», expresó.

Este jueves comentaron con su hijo la sanidad que tenían las manzanas, ya que no se registraba presencia de hongos. Sin embargo, «en cuatro cinco horas nos vimos con una pérdida de 100%», señaló el productor.

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Temporal destruyó cosecha de frutas y eso afectará los precios


NACIONAL – PRECIOS

El granizo afectó sobre todo a las uvas, peras, duraznos, manzanas y ciruelas de las granjas del sur

Sobre el mediodía de ayer una decena de personas hacían cola en una vidriería de la ciudad de Progreso. Es que esa localidad canaria fue el epicentro de la tormenta ocurrida el jueves por la noche en la zona sur del país. Cayeron piedras del tamaño “de un huevo” y más grandes que un puño, dijeron algunos vecinos a El Observador. Además de la pérdida de cosechas, hubo muchos vidrios rotos, tanto de autos como de casas y comercios. Uno de los edificios más afectados fue la Escuela 204, donde todos los cristales resultaron destruidos.

El agua, viento y granizo registrado en la noche del jueves en la zona granjera del sur del país afectó con graves daños a diversos cultivos de zonas de Canelones y de Melilla en Montevideo, causando en muchos lugares pérdidas casi totales en la viticultura, frutas y verduras de hoja, que están en época de cosecha.

“Es el trabajo de todo el año que se acaba de perder en un rato”, dijo ayer el subecretario del Ministerio de Ganadería, Enzo Benech, al evaluar que el temporal destrozó las granjas en el momento de la cosecha. 

Además, las perdidas de cosechas traen consigo el aumento del precio de esos productos en el mercado debido a la escasez que se generará, según comunicó ayer el Mercado Modelo. “Diferentes organismos oficiales y agremiaciones de productores se encuentran trabajando en la evaluación de la magnitud de los daños e impactos al sector y cómo afectará la oferta en el futuro”, dice el comunicado. 

Esa presión al alza ocurre en momentos que el gobierno intenta controlar la inflación que en diciembre alcanzó el 7,48 %, cuando la meta del gobierno era ubicarla entre el 4 % y el 6 %. 

Mientras el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) analiza medidas de apoyo económico a los productores, la Confederación Granjera del Uruguay (CGU) pedirá al gobierno que se declare al área zona de desastre en procura de lograr asistencia económica acorde a la situación ocurrida. 

El Sistema Nacional de Emergencia atenderá las urgencias primarias de los damnificados, informó ayer el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa.

El fenómeno, que afectó la zona con piedras de enorme tamaño –casi similar a un huevo de gallina– y rachas de viento, se extendió sobre predios en  las zonas de Las Piedras, Progreso, Juanicó, Canelón Chico, Santa Rosa, Las Violetas y Colorado en Canelones y Melilla en Montevideo, la región donde se ubica el grueso de la producción frutícola del sur del país. 

Los daños se registraron principalmente en peras, manzanas, ciruelas, viticultura, tomates, verduras de hoja caduca e incluso zapallitos, informó a El Observador el secretario de la CGU, Alberto Iglesias. El presidente de la Confederación Granjera, Eric Rolando, dijo ayer que la producción de uva y pera fue destruida en su totalidad, según declaró a radio Carve.

El presidente José Mujica, el prosecretario Cánepa, y el intendente de Canelones, Marcos Carambola, visitaron ayer a los productores más afectados.

La directora general de la Granja (Digegra), Zulma Gabard explicó a El Observador que a pesar de que existen seguros contra granizos y vientos fuertes, el MGAP analiza medidas de apoyo, dado que ha ocurrido una situación excepcional en la fruticultura, viticultura y horticultura tanto a nivel de campo como en los invernáculos de la zona afectada.

Los daños
Un granjero estimó sus pérdidas en US$ 100 mil, según dijo a El Observador. El hombre cosecharía entre febrero y marzo 18 hectáreas de manzanas pero el granizo y los vientos echaron a perder el cultivo casi pronto para arrancar. Pequeños productores de la zona de Las Piedras dijeron que la tormenta los deja “en la calle”, ya que habían invertido dinero en la cosecha para luego recuperarlo pero la situación los deja endeudados.  

Un equipo integrado por la Digegra, Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) e Intendencia de Canelones comenzó ayer a evaluar los daños en los predios afectados.

El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, convocó para el lunes a una reunión para definir acciones ante la situación de emergencia para esa zona. Habrá representantes de la Junta Nacional de la Granja (Junagra), el intendente Carámbula y los técnicos de las instituciones que trabajan en la evaluación de la situación.

Gabard dijo que los daños son muy importantes y ocurren en un momento en que el sector lograba excelentes resultados productivos.  comenzando incluso las primeras exportaciones de peras a Brasil. Recomendó a los productores que registren con fotos los daños ocurridos previendo que los técnicos no puedan llegar en forma inmediata a todos los predios, lo que puede ayudar para las evaluaciones de pérdidas que se deberán realizar. 

La Digegra recibirá las denuncias de los productores y todos los elementos que se aporten servirán para evaluar la situación y diseñar las medidas que se puedan adoptar para cada caso.

el observador.

El viento pudo con un árbol y la luz de Progreso

Además del granizo, el viento se hizo sentir en Progreso y tumbó el árbol más grande de la plaza de la localidad, un añejo pino que cayó y derribó un cable de alta tensión, lo que provocó que la ciudad se quedara sin luz. Hasta el mediodía del viernes el servicio de electricidad no se había restablecido. En Progreso también estaban solicitados los talleres de chapa y pintura, ya que muchos autos quedaron a la intemperie y sufrieron abollones de diversos tamaños por el impacto de las piedras de hielo.
Más allá de la pérdida de cosechas, hubo vidrios rotos de autos, casas y comercios. En una concesionaria de Ford que contaba con vehículos cero kilómetros en exhibición al aire libre, los parabrisas y ventanas traseras quedaron destruidos.

La humanidad es una plaga en la Tierra


Advertencias hacia el futuro

El reconocido naturalista británico David Attenborough considera que los humanos son «una plaga» para el planeta e insta a controlar el crecimiento de la población para que esta sobreviva.

“Somos una plaga sobre la Tierra”, afirma Attenborough en una entrevista con la revista ‘Radio Times’. Además, prevé que los efectos de la masificación humana y la contaminación serán visibles en 50 años. Mientras no se tenga una línea de actuación coordinada entre todos los países, la situación en el planeta “no hará otra cosa que empeorar”, explica.

“No se trata solo del cambio climático. Es también una cuestión de espacio, de si habrá suficiente sitio para cultivar alimentos para suministrar a toda esa enorme multitud”, dice Attenborough, de 86 años.

Estas declaraciones son también respaldadas por el investigador estadounidense y presidente del Centro para la Diversidad Biológica de la Universidad de Stanford, Paul R. Ehrlich. “Estoy de acuerdo con él (Attenborough), así como lo está cualquiera que entienda sobre la seriedad de esta situación”, dice a su turno en una entrevista del portal ‘Livescience’.

“Los gobiernos deberían impulsar una campaña, imponer impuestos y proporcionar a cada uno de los ciudadanos sexualmente activos acceso a los modernos métodos anticonceptivos y al aborto (…) Esto permitirá reducir el incremento de la población humana, si queremos evitar una catástrofe ecológica”, aclara Ehrlich.

La increíble historia de un perro ciego


Gonzo

Cuando hace tres años Gonzo empezó a tropezarse con su plato de comida, nadie podía explicar ni detener el rápido desarrollo de la ceguera de este Alaskan Husky. Sin embargo, un veterinario ofreció un consejo simple: «Haced que este perro corra».

Gonzo, uno de los 120 canes de la perrera Muddy para trineo, estaba feliz de cumplir la recomendación. Con la ayuda de su hermano, Poncho, pronto volvió a tirar de un trineo por todo el condado nórdico de New Hampshire, para el deleite de los turistas y sus cuidadores, quienes rápidamente se dieron cuenta de que para Gonzo su ceguera no es un obstáculo. Dado el evidente afán del perro, se le permitió continuar con esta afición, cuenta la agencia AP.

“A pesar de ser ciego, se da cuenta de lo que está sucediendo”, dijo el gerente de la perrera, Ben Morehouse. Gonzo y Poncho se alinean lado a lado, por lo general en la parte posterior del equipo de ocho perros.

“Muchos dicen que todo lo relacionado con los trineos tirados por perros es la eficiencia. Gonzo y Poncho no son los perros de trineo más eficientes que hay. Ellos no batirán un récord de velocidad…”, dice Morehouse y añadió: “Para ser honesto, probablemente son algunos de los perros más ridículos a los que se le puede poner el arnés. Pero son muy divertidos”.

Algunos perros en la perrera, incluyendo Gonzo y Poncho, nacieron allí. Pero también es el sitio en el que se da “una segunda oportunidad”, como reconoce el propietario, Neil Beaulieu. Es decir, antiguos perros profesionales de trineo pasados de su mejor momento, así como para otros canes que fueron rescatados de situaciones difíciles.

Solo hay un caso de dengue y no es autóctono


Ministro de salud pública

Ayer se reunieron en el MSP los directores departamentales de salud de todo el país para presentar informes acerca de la situación de cada departamento sobre el control del Aedes Aegypti. Allí, el ministro Jorge Venegas confirmó que no hay dengue, “lo que sí hay es un caso de dengue contraído desde el exterior”.

En la reunión entre el ministro de Salud Pública y los directores departamentales de Salud fueron presentados los informes pormenorizados sobre la situación epidemiológica de cada departamento en referencia al control del mosquito trasmisor del dengue.

También se trató acerca de las acciones efectuadas por los respectivos Comités de Emergencia Departamentales y los planes sanitarios de contingencia ante una eventual epidemia de dengue.

Tras este encuentro, el secretario de Estado expresó que se ha encontrado larvas y se realizaron los análisis correspondientes a pacientes de casos sospechosos que acudieron a consultas.

“Hoy podemos confirmar que el único caso confirmado es un paciente que viajó a Costa Rica y ahora se encuentra internado en un sanatorio de Montevideo (en le Británico)”, expresó Venegas.

En referencia al caso sospechoso del paciente de Paysandú, el ministro subrayó que “el resultado del análisis dio negativo, por lo tanto no tenemos dengue autóctono”.

Situación expectante

También explicó que el país se encuentra en situación de alerta pero no de alarma, y que el MSP fomenta la información y la coordinación con los comités departamentales en función de evitar la generación de ambientes donde el mosquito pueda estar, al tiempo que se elaboró un plan de contingencia y diagnostico a nivel sanitario.

Venegas sostuvo que en caso de ser constatada una situación de dengue, el Sistema Nacional de Salud, público y privado, tiene un plan de contingencia adecuado.

“Los pacientes tienen tres tipos de tratamiento: domiciliario, tratamiento en centros de salud y el otro, en caso de ser necesario, es un tratamiento en un centro de salud con servicios especializados”, recordó el jerarca.

Venegas concluyó explicando que la fumigación no es recomendable para el caso del mosquito Aedes Aegypti, y que la semana entrante equipos de prevención estarán visitando Rivera, Artigas, Cerro Largo y Rocha.

Investigan otro posible caso en Salto

Las autoridades sanitarias salteñas estudian un caso con sintomatología del Aedes Aegipty en una mujer que ingresó al Sanatorio Uruguay (privado) de la citada ciudad litoraleña. La situación de la paciente es vigilada.

Al mismo tiempo se puso en marcha el protocolo pertinente ante la enfermedad y se hizo la denuncia ante el MSP.

El director técnico del centro asistencia, doctor Hugo Olaizola indicó que hasta el momento se trata de una “sospecha” y como es de trámite se envían los análisis al MSP donde se realizan los estudios de rigor.

Se trata de una persona que no ha viajado y presenta síntomas similares al dengue, motivo por la cual se la aísla y se procede como establece el protocolo.

El resultado de los análisis se conocerá en las próximas horas, y de tratarse del dengue, sería un caso autóctono porque la afectada no viajó al exterior.

Fármacos impiden desarrollo correcto


Los tratamientos contra el Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) provocan un crecimiento más lento durante la pubertad. Un estudio de la Universidad de Sydney encontró que una mayor dosis de estos medicamentos coincide con una desaceleración mayor en el crecimiento en la adolescencia, aunque no descartan que puedan alcanzar una altura normal al alcanzar la edad adulta. Los adolescentes que fueron sometidos a tratamientos de este tipo por más de tres años crecieron tres centímetros menos que lo normal durante para ese período. Además, los niños de 12 y 14 años resultaron más delgados, mientras que los de 14 y 16 años eran no solo más flaquitos sino más pequeños. Los especialistas también insistieron que los médicos deberían poner cuidado en las dosis que recetan para lograr el máximo beneficio y evitar un efecto negativo. EL MERCURIO/GDA

El País Digital

La FAO y el PNUMA lanzan una campaña contra el desperdicio de alimentos


Consumidores, industria y gobiernos pueden ayudar a reducir los 1 300 millones de toneladas de alimentos que se desechan anualmente

Foto: ©FAO/Marco Salustro

Consumidores y minoristas pueden ayudar a reducir el desperdicio de alimentos

22 de enero de 2012, Ginebra/Roma – Medidas sencillas por parte de consumidores y vendedores minoristas de alimentos pueden reducir drásticamente los 1 300 millones de toneladas de alimentos que cada año se pierden o desperdician y ayudar así a crear un futuro sostenible, según una nueva campaña mundial para reducir el desperdicio de alimentos presentada hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros  socios.

La campaña Think.Eat.Save. Reduce Your Foodprint(«Piensa. Aliméntate. Ahorra. Reduce tu huella alimentaria») surge en apoyo de la Iniciativa SAVE FOOD («Ahorrar alimentos») para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de producción y consumo de alimentos -promovida por la FAO y los organizadores de la feria comercial Messe Düsseldorf- y la Iniciativa Hambre Cero del Secretario General de la ONU. La nueva campaña se dirige específicamente a los alimentos desperdiciados por los consumidores, los minoristas y la industria hotelera.

La campaña aprovecha la experiencia de organizaciones como WRAP (siglas en ingles de Waste and Resources Action Programme, Programa de acción para el desperdicio y los recursos), Feeding the 5,000 y otros socios, incluyendo gobiernos nacionales, que tienen considerable experiencia en identificar y modificar las prácticas derrochadoras.

La campaña Think.Eat.Save. tiene como objetivo acelerar las medidas y proporcionar una visión global y un portal de intercambio de información (www.thinkeatsave.org) para las múltiples y diversas iniciativas en curso en todo el mundo.

A nivel mundial, alrededor de un tercio de todos los alimentos que se producen -por valor de cerca de un billon de dólares EEUU- se pierde o se desperdicia en los sistemas de producción y consumo alimentarios, según los datos publicados por la FAO. La pérdida de alimentos se produce sobre todo en las etapas de producción -recolección, procesamiento y distribución- mientras que el desperdicio ocurre por lo general a nivel del minorista y el consumidor, al final de la cadena de suministro de alimentos.

«En un mundo de siete mil millones de habitantes, que aumentarán a nueve mil millones en 2050, el desperdicio de alimentos no tiene sentido ni a nivel económico, ni ambiental ni ético», aseguró el Secretario General Adjunto de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.

«Aparte del coste que conlleva, toda la tierra, agua, fertilizantes y la mano de obra necesarios para cultivar esos alimentos se pierde. Por no hablar de las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la descomposición de los alimentos en los vertederos y el transporte de los alimentos que finalmente se desechan», añadió Steiner. «Para hacer realidad la visión de un mundo realmente sostenible -concluyó-, necesitamos transformar la forma en que producimos y consumimos nuestros recursos naturales».

«Juntos, podemos invertir esta tendencia inaceptable y mejorar la vida de las personas. En las regiones industrializadas, casi la mitad del total de alimentos desperdiciados, alrededor de 300 millones de toneladas al año, se debe a que los productores, minoristas y consumidores desechan  alimentos que todavía son aptos para el consumo «, señaló el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. «Es más que la producción total neta de alimentos de África subsahariana, y sería suficiente para alimentar a los cerca de 870 millones de personas con hambre que hay en el mundo», alertó.

«Si podemos ayudar a los productores de alimentos a reducir las pérdidas a través de mejores métodos de recolección, procesado, almacenamiento, transporte y comercialización, y combinar esto con cambios profundos y duraderos en la forma de consumir alimentos, podremos entonces tener un mundo más sano y sin hambre, añadió Graziano da Silva.

El sistema alimentario mundial tiene profundas implicaciones para el medio ambiente, y producir más alimentos de los que se consumen sólo agrava las presiones, entre ellas las siguientes:

  • Más del 20 por ciento de las tierras cultivadas, el 30 por ciento de los bosques y el 10 por ciento de los pastizales se encuentran en proceso de degradación;
  • A nivel mundial, han desaparecido el 9 por ciento de las reservas de agua dulce. El 70 por ciento de este recurso se destina a la agricultura de regadío;
  • La agricultura y los cambios de uso del suelo, como la deforestación, contribuyen al 30 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero;
  • El sistema agroalimentario consume cerca del 30 por ciento de la enegía disponible en el mundo;
  • La sobrepesca y la mala gestión contribuyen a la reducción de las poblaciones de peces: cerca del 30 por ciento de las poblaciones de peces marinos se consideran hoy sobreexplotadas.

Sostenibilidad

Uno de los factores que impulsaron la campaña fue el resultado de la Cumbre de Río +20 en junio de 2012, en la que los Jefes de Estado y de gobierno dieron el visto bueno para la creación de un marco de diez años de Programas de patrones de consumo y producción sostenibles (CPS). El desarrollo de un programa de CPS para el sector de la alimentación debe ser un elemento esencial de este marco, dada la necesidad de mantener la base mundial de producción alimentaria, reducir su impacto ambiental, y alimentar a una creciente población humana.

«No puede haber ninguna otra área tan representativa de las oportunidades para un mundo que haga un uso mucho más eficiente de los recursos y sostenible. Y no hay otro tema que puede unir Norte y Sur, consumidores y los productores de todas partes en una causa común», añadió Steiner.

Según la FAO (http://www.fao.org/save-food/es/), cerca del 95 por ciento de la pérdida y el desperdicio de alimentos en los países en desarrollo son pérdidas involuntarias en las primeras etapas de la cadena de suministro de alimentos debido a limitaciones financieras, técnicas y de gestión en las técnicas de recolección, instalaciones de refrigeración y almacenamiento en condiciones climáticas difíciles, infraestructuras, y sistemas de envasado y comercialización.

Sin embargo, en el mundo desarrollado tiene mucha mayor importancia el final de la cadena. Aquí al nivel de elaboración de alimentos y venta minorista, se desperdician grandes cantidades de alimentos debido a prácticas ineficientes, estándares de calidad que dan excesiva importancia a la apariencia, confusión sobre las fechas en las etiquetas y consumidores que se apresuran a tirar alimentos en buen estado debido a que han comprado en exceso, por almacenarlos de forma inadecuada y la preparación de demasiada cantidad de comida.

El desperdicio per cápita de los consumidores se sitúa entre 95 y 115 kg al año en Europa y Norteamérica/Oceanía, mientras que los consumidores en África subsahariana, Asia meridional y Sudeste asiático tiran solamente entre 6 a 11 kg al año.

Según WRAP, una familia media del Reino Unido podría ahorrar 680 libras esterlinas por año (1 090 dólares EEUU) y el sector británico de hostelería podría ahorrar 724 millones de libras (1 200 millones de dólares EEUU) al año si hiciera frente al desperdicio de alimentos.

«En el Reino Unido hemos demostrado que abordar el desperdicio de alimentos a través de la participación con los consumidores y mediante un acuerdo colectivo con los minoristas y las marcas, reduce las presiones medioambientales y ayuda al crecimiento económico «, explicó Liz Goodwin, Directora ejecutiva de WRAP. «Con una población en aumento, se pondrá aún más presión sobre los recursos, y estamos contentos de habernos asociado a la campaña Think. Eat. Save del PNUMA y la FAO. Es un gran comienzo para hacer frente al desperdicio de alimentos a escala mundial».

En línea similar a la de otras partes del mundo, la Unión Europea está estudiando la cuestión del desperdicio de alimentos, y la Comisión Europea ha prestado su apoyo a la nueva iniciativa.

«En la UE nos hemos fijado la meta de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos comestibles para 2020 y para eliminar virtualmente su envío a vertederos para el año 2020, la Comisión tiene previsto presentar el año que viene ideas sobre la sostenibilidad del sistema alimentario que estarán muy centradas en el desperdicio alimentos «, aseguró el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik

«Un menor desperdicio de alimentos llevaría a un uso más eficiente de la tierra, mejor gestión de los recursos hídricos, un uso más sostenible de fósforo, y tendría repercusiones positivas sobre el cambio climático. Nuestro trabajo encaja perfectamente con el lanzamiento de esta iniciativa», añadió Potocnik.

Para que la campaña desarrolle su gran potencial, todo el mundo tiene que participar: familias, supermercados, cadenas hoteleras, escuelas, clubes deportivos y sociales, directores de empresas, alcaldes, líderes nacionales y mundiales.

El sitio en Internet de la campaña, http://www.thinkeatsave.org proporciona consejos sencillos para consumidores y minoristas, permite a los usuarios comprometerse a evitar el desperdicio de alimentos, y ofrece una plataforma para que los que dirigen campañas intercambien ideas y creen una verdadera cultura global de consumo sostenible de alimentos.

http://www.fao.org/news/story/es/item/168570/icode/

Nuevo informe sobre el hambre: casi 870 millones de personas sufren subnutrición crónica en el mundo


Pero hay signos esperanzadores de que, con un esfuerzo adicional, pueden alcanzarse los Objetivos de Desarrollo del Milenio

Foto: ©FAO/Asim Hafeez

El informe SOFI de este año aporta noticias desiguales sobre el hambre

9 de octubre de 2012, Roma – Cerca de 870 millones de personas, una octava parte de la población mundial, padecían subnutrición crónica en el período 2010-2012, según el nuevo informe de la ONU sobre el hambre hecho público hoy.

El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012(SOFI, por sus siglas en inglés), publicado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), presenta estimaciones más precisas sobre la subnutrición crónica basadas en una metodología mejorada y datos de las últimas dos décadas.

La gran mayoría de las personas que padecen hambre, 852 millones, viven en países en desarrollo -alrededor del 15 por ciento de su población- mientras que 16 millones de personas están subnutridas en los países desarrollados.

El número total de personas hambrientas disminuyó en 132 millones entre 1990-92 y 2010-12, lo que equivale a pasar del 18,6 por ciento al 12,5 por ciento de la población mundial, y del 23,2 por ciento al 14,9 por ciento en los países en desarrollo. Con ello, la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) estaría al alcance si se adoptan las medidas adecuadas.

La cifra de víctimas del hambre disminuyó de forma más pronunciada de lo que se creía entre 1990 y 2007. Desde 2007-2008, sin embargo, el progreso global en la reducción del hambre se ha ralentizado y estabilizado.

«En el mundo actual de oportunidades sin precedentes a nivel tecnológico y económico, nos parece totalmente inaceptable que más de 100 millones de niños menores de cinco años tengan falta de peso, y por lo tanto no puedan desarrollar todo su potencial humano y socio-económico, y que la desnutrición infantil provoque la muerte de más de 2,5 millones de niños cada año», afirman José Graziano da Silva, Kanayo F. Nwanze y Ertharin Cousin, al frente respectivamente de la FAO, el FIDA y el PMA, en el prólogo del informe.

«Tomamos nota con particular preocupación -añaden- de que la recuperación de la economía mundial a partir de la reciente crisis financiera sigue siendo frágil. Hacemos no obstante un llamamiento a la comunidad internacional para hacer esfuerzos adicionales para ayudar a los más pobres a disfrutar de su derecho humano fundamental a una alimentación adecuada. El mundo posee los conocimientos y los medios para eliminar toda forma de inseguridad alimentaria y desnutrición». Para ello se necesita un enfoque de «doble vía», basado en el apoyo a un crecimiento económico de base amplia (incluyendo la agricultura) y redes de seguridad para los más vulnerables.

Impacto de la crisis económica

Los nuevos cálculos sugieren que el aumento del hambre durante el período 2007-2010 fue menos grave de lo que se pensaba. La crisis económica de 2008-2009 no provocó de forma inmediata una fuerte desaceleración económica en muchos países en desarrollo, como se temía que podía suceder. El impacto de los precios internacionales de los alimentos en los mercados nacionales fue menos pronunciado de lo asumido en un primer momento, y muchos gobiernos lograron amortiguar los choques y proteger a los más vulnerables de los efectos del alza de precios.

Los datos sobre el hambre publicados hoy son parte de una serie revisada que se remonta a 1990. Utiliza información actualizada sobre población, suministro y pérdida de alimentos, necesidades de energía alimentaria y otros factores. Los datos actuales calculan también mejor la distribución de alimentos (medida en términos de suministro de energía alimentaria) dentro de los países.

El informe SOFI 2012 señala que la metodología no capta los efectos a corto plazo del alza de los precios de los alimentos y otros vaivenes económicos. La FAO también está trabajando para desarrollar un conjunto más amplio de indicadores que permita captar mejor la calidad de la alimentación y otras dimensiones de la seguridad alimentaria.

Los Objetivos del Milenio al alcance

El informe sugiere que, si se adoptan medidas adecuadas para revertir la desaceleración de 2007-08 y para alimentar a los hambrientos, cumplir la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre en el mundo en desarrollo en 2015, es aún posible.

«Si la reducción media anual del hambre de los últimos 20 años continúa hasta el 2015, el porcentaje de subnutrición en los países en desarrollo alcanzaría un 12,5 por ciento. Todavía por encima de la meta del ODM del 11,6 por ciento, pero mucho más cerca de lo que se pensaba anteriormente», señala el informe.

Asia, a la cabeza en número de personas con hambre, que aumenta en África

Por regiones, la subnutrición en los dos últimos decenios disminuyó casi un 30 por ciento en Asia y el Pacífico, de 739 millones a 563 millones de personas, debido principalmente al progreso socioeconómico de muchos países de la región. A pesar del crecimiento de la población, la prevalencia de la subnutrición en la región se redujo del 23,7 por ciento al 13,9 por ciento. Latinoamérica y el Caribe también han progresado, pasando de 65 millones de personas hambrientas en 1990-1992 a 49 millones en 2010-2012, mientras que la prevalencia de la desnutrición bajó del 14,6 por ciento al 8,3 por ciento. Sin embargo, el ritmo de los avances ha disminuido recientemente.

África fue la única región donde el número de personas hambrientas aumentó en el período citado, pasando de 175 millones a 239 millones, con casi 20 millones sumados en los últimos cuatro años. La prevalencia del hambre, aunque se redujo, ha aumentado ligeramente en los últimos tres años, del 22,6 por ciento al 22,9 por ciento, casi una cuarta parte de la población. Y en África subsahariana, los modestos avances logrados en los últimos años hasta 2007 se anularon, con un aumento del hambre del 2 por ciento anual desde entonces.

Las regiones desarrolladas también han visto aumentar el número de personas que pasan hambre, de 13 millones en 2004-2006 a 16 millones en 2010-2012, revirtiendo una tendencia constante a la disminución en los años anteriores, desde los 20 millones de hambrientos que se calculaban en 1990-1992.

Crecimiento agrícola para reducir el hambre y la malnutrición

El informe subraya que el desarrollo general es necesario pero no suficiente para una reducción sostenida del hambre. El crecimiento agrícola es particularmente eficaz en la reducción del hambre y la desnutrición en los países pobres, ya que la mayoría de los pobres dependen de la agricultura y las actividades asociadas para al menos parte de sus medios de subsistencia. El desarrollo agrícola que involucre a los pequeños agricultores, especialmente a las mujeres, será más eficaz en la reducción de la pobreza extrema y el hambre al generar empleos para los pobres.

El crecimiento no sólo debe beneficiar a los pobres, sino que también debe ser «sensible a la nutrición», a fin de reducir las diversas formas de desnutrición. La reducción del hambre es algo más que aumentar simplemente la cantidad de alimentos, se trata también de mejorar la calidad de los alimentos en términos de diversidad, el contenido de nutrientes y la inocuidad.

Mientras que 870 millones de personas siguen padeciendo hambre, el mundo se enfrenta cada vez más a un doble lastre de la malnutrición: la subnutrición crónica y la carencia de micronutrientes coexisten con la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades no transmisibles asociadas (que afectan a más de 1 400 millones de personas en el mundo).

Hasta la fecha, el vínculo entre el crecimiento económico y una mejor nutrición ha sido débil, según el informe, que defiende un marco integrado de agricultura, nutrición y salud.

Sistemas de protección social

Esta claro que el crecimiento es importante, pero no siempre es suficiente, o suficientemente rápido. Por lo tanto, los sistemas de protección social son necesarios para asegurar que los más vulnerables no se quedan atrás y puedan también participar, contribuir y beneficiarse del desarrollo. Medidas como las transferencias de efectivo, bonos de comida o seguro de salud son necesarios para los más vulnerables, que a menudo no pueden aprovechar de forma inmediata las oportunidades para crecer. La protección social puede mejorar la nutrición de los niños pequeños, una inversión que dará sus frutos en el futuro con adultos mejor educados, fuertes y sanos. Con una protección social eficaz que complemente un desarrollo económico inclusivo, el hambre y la malnutrición pueden ser eliminadas.

http://www.fao.org/news/story/es/item/161867/icode/

 

Trabajadores públicos con más poder de compra


Ministro brenta

El ministro Brenta afirmó que el poder de compra de los trabajadores públicos ha mejorado de 2005 a la fecha, en todos los años.

Al respecto subrayó: “Ese es el elemento que hay que discutir; es opinable que el aumento ha sido suficiente o insuficiente, pero nadie puede dudar que los trabajadores públicos han aumentado su poder de compra desde que el Frente Amplio ganó el Gobierno”

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, detalló a la Secretaría de Comunicación que los salarios públicos aumentaron en los primeros once meses de 2012 en un 11,9%, mientras que los privados lo hicieron en un 12,3%. Asimismo el salario real de los trabajadores públicos aumentó un 3,3% y el de los privados en un 4,7%. Las cifras definitivas del año 2012 serán presentadas en el próximo Consejo de Ministros, el miércoles 30 de enero, luego de que el Instituto Nacional de Estadística presente el informe de diciembre sobre la evolución del índice medio de salarios.

Brenta añadió que para el sector público se establecieron partidas presupuestales adicionales en un contexto de reestructuras que se están concretando en los distintos ministerios. “Por eso el crecimiento de los salarios es mucho mayor al ajuste anual realizado en el mes de enero”, puntualizó.

Por otra parte, el jerarca expresó que el salario real del sector público continúa por encima del salario real del sector privado, entre un 10% y 15% en promedio. “Si bien en estos últimos años esta brecha se ha ido reduciendo, todavía hay una brecha a favor de los trabajadores públicos”, acotó.

Brenta adelantó que los salarios públicos seguirán mejorando su capacidad de compra en los próximos años. Al respecto, expresó: “Independientemente de los incrementos globales, se realizarán incrementos variables en función de los compromisos de gestión, acordados con los trabajadores en el marco de la reforma del Estado”.

Política salarial

“La estrategia del gobierno es tratar de continuar con el proceso de incremento del salario real de los trabajadores, manteniendo su vinculación con el crecimiento de la actividad económica en términos globales y sectoriales”, agregó el ministro.

Brenta aseveró que la economía del país “seguiría creciendo en el año 2013″, aunque a una tasa un poco más moderada. “En nuestra opinión el salario debe acompañar este proceso para tratar de mejorar la distribución del ingreso en la sociedad uruguaya, cosa que hemos logrado en estos años de gobierno”.

Dengue: escenario de emergencia ante un brote prevé 65.000 casos


Documento. MSP repartió plan con estimación y directrices a instituciones

FEDERICO CASTILLO
Mientras se siguen reportando casos sospechosos de dengue y se aguarda que se confirme o descarte la enfermedad en pacientes, el MSP planteó dos escenarios si hay epidemia. Esperan 32.529 casos como mínimo y 65.058 como máximo.

Uruguay está en este momento en una situación de «alerta en fase pre-epidémica» de la enfermedad del dengue y si se desata la epidemia, en el peor escenario, cabría esperar más 65.000 casos en todo el sistema de salud público y privado.

Esta información está detallada en uno de los documentos que el Ministerio de Salud Pública (MSP) elaboró ante una eventual epidemia de dengue y repartió a todos los centros de salud para que tengan claras las directrices para enfrentar una posible explosión de la enfermedad.

Uruguay se mantiene junto a Chile como uno de los dos países de la región que está libre de dengue autóctono. Han habido casos importados y se aguarda la confirmación de la enfermedad en pacientes que no salieron del país, pero presentan síntomas sospechosos.

Las autoridades sanitarias brindarán hoy en conferencia de prensa – y tras reunirse con los directores departamentales de Salud de todo el país- un reporte actualizado de la situación.

ESCENARIOS. El MSP delineó dos posibles escenarios en caso de que se desate un brote de la enfermedad, algo que depende en gran medida en que se confirme la presencia de un caso autóctono.

El informe detalla la cantidad de casos a esperar en cada una de las instituciones de acuerdo a su número de usuarios. Abarca a mutualistas, hospitales públicos y policlínicas de cada rincón del país.

En un escenario optimista se esperan 20.403 casos en la salud privada y 12.126 en la salud pública (32.529 en total). En el peor escenario de la epidemia, el MSP estima que habría 24.252 casos en salud púbica y 40.806 en todas las mutualistas (65.058 en total). La mayor expectativa de casos en salud privada que en la pública se explica por el número de afiliados que tiene cada subsector.

El número de casos fue estimado por año y según el riesgo epidemiológico: 1% de la población en áreas de mediano riesgo y 2% de la población en áreas de alto riesgo.

Además de los casos, el MSP prevé la cantidad de personas que podrían requerir internación (más de 4.500 como peor escenario), además del suero y medicamentos necesarios para enfrentar a la enfermedad que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti.

CONTINGENCIA. Las instituciones tienen plazo hasta el 15 de febrero para entregar al MSP sus planes de contingencia ante una eventual epidemia.

«La falta de planificación para hacer frente a las epidemias, dan lugar a situaciones excepcionales que, en la mayoría de los casos exigirá nuevos dispositivos de organización de los servicios, con los desafíos de tiempo y legalidad para compras y contrataciones. Por esto, hay que tener una estructura jurídica y de gestión que establezca los caminos que garanticen la atención de los usuarios», argumentan las autoridades sanitarias en el informe.

«Existe evidencia que indica que una proporción importante de las muertes por dengue son evitables, y dependen directamente de la calidad de la asistencia prestada y de la organización de la red de servicios de salud», agrega.

También recuerda que el paciente con dengue «no requiere tecnología ni instalaciones de mayor complejidad y costo. Sin embargo, el abordaje oportuno, la correcta clasificación del caso y su manejo son factores críticos para evitar la evolución de los casos graves a la muerte».

«Es posible que la sobrecarga y el subsiguiente colapso no puedan evitarse si los servicios de salud no están preparados, o carecen de los recursos necesarios; por lo tanto se debe trabajar desde ahora en ese sentido», insiste el MSP.

Según datos de la OMS, la proporción de pacientes notificados que requirió hospitalización por dengue durante el periodo de 2001 a 2010 fue de un 7%; de ellos un 10% requirió cuidados intensivos. La duración promedio de la estadía en estos casos fue de 3 a 4 días en cuidados convencionales y de 5 días en unidades intensivas.

El País Digital
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